Thursday, October 26, 2006

La milonga del marinero y el capitán

Llegó el día, el sueño de todos nosotros estaba ahí (especialmente el de Javi), a apenas 50 metros, una manada de patanegras enloquecidos, dándolo todo,... Pero los jugadores simplemente no estuvieron a la altura. Bueno, a la altura estuvieron, porque el más bajito le cambia los pañales a cualquier cigüeña. Pero no jugaron bien, y algunos se creían que estaban en Halloween, disfrazados de vagos.

Aquí tenéis los pinitos cinematográficos de Roberto. Spielberg también empezó así.



Allí nos fuimos en autobús la mayoría, mezclándonos con la gente americana de verdad, con la auténtica. Por eso nos metimos veinte españoles en un bus, y al grito de "El Mellon Arena es culé" (bueno, en realidad no lo dijo nadie, pero la mayoría pro-culé de la expedición lo pensó), nos bajamos en Washington con Fifth, y llegamos a nuestro destino.

El Mellon Arena es un recinto donde se celebran distintos espectáculos, aunque su principal función es albergar los partidos de los Pittsburghs Penguins, equipo de la NHL (hockey sobre hielo) de relativo éxito, es decir, son buenos, y no como los Pirates, que son unos mantas. Últimamente se está especulando con convertir este recinto en un casino, de modo que el alcalde de Pittsburgh nos llamó en persona para que fuesemos a este partido, y honrarlos con nuestra visita, antes de que en vez de patinar sobre hielo y meter goles, te hagan perder tu dinero jugando al Black Jack, o lo que es peor, jugando al teto.
Otra actividad que se desarrolla en su interior, es la preparación de comida basura, y por la que incomprensiblemente cobran, y bastante por cierto. Esta vez, recordando esperiencias desagradables con los nachos y queso fundido picante a ciertas horas de la noche, decidí no repetir la experiencia.


Si como esas cosas a esas horas de la noche, es probable que me sucedan cosas parecidas a lo que le sucedería a nuestro amigo Gizmo, y es algo que a Roberto no le haría demasiada gracia. Más que nada, porque tenemos moqueta, no por nada más. Suerte que no me pase lo mismo con el agua. Hasta la fecha, cuando me mojo, nunca han salido Juanjos pequeñitos en forma de bola de mi barriga. Roberto también lo agradece. Primero por aquello de la higiene, y segundo porque ya tiene bastante con un lechón, para tener lidiar con seis o siete juanjos diciendo tonterías todo el día y maldiciendo sobre la CMU, su advisor, Visual C++, y el partido del miércoles.
Hablando del partido del miércoles, os decía que fue una castaña edición especial, en el que cuando se acabó la comida, empezamos a bostezar, a hacer "booo" (léase "buuu") a la primera que podíamos, o directamente a encontrarnos con nuestro yo interior, tal y como hizo Javi, que buscó un lugar de paz y sosiego en la siguiente fila a la que ocupábamos los demás.

En la foto, y de izquierda a derecha, tenéis a Juanjo, Xoanxo, Choancho, Joanjo, Juancho, Coro, Sandra, Guillo, Manu (Mérida),... la lista de patanegra es interminable. Podéis ver la cara de emoción desbordada, de excitación, incluso, que sólo nos falta un puro y las cartas para parecer una timba. Lo bueno de todo es que de nuevo pudimos ver las características de la sociedad americana, ya que al principio del partido, tres militares portaron la bandera de los EEUU, y salió una chica a cantar el Star Spangled banner, pero salimos corriendo, le robamos el micro y unos quarters para la lavadora a la chica, y nos pusimos a cantar "Tengo un tractor amarillo", aunque Juancho se nos emocionó un poco, y se arrancó con aquello de "México lindo y querido, si muero lejos de ti...". Todo esto no sería más que una anécdota del abuelo cebolleta, de no ser porque la gente empezó a cantar aquello de "Hola Don Pepito, hola Don José" y el mismísimo Miliki apareció entre las masas, colgado de un arnés y con alitas de polistireno, aunque el dispositivo fallo, y nuestro querido payaso se pegó una leche importante.

Resumiendo, que el partido fue una decepción, aunque nos lo pasamos bien. La triunfadora de la noche fue la chaqueta de Guillo, que está empezando a mojarle la oreja a Manu en cuanto a mojo se refiere, creando un interesante debate en cuanto quién es el rey del mojo en la casa homónima. Hay tendencias que apuntan a que Guillo o Javi son promesas muy serias, y Esteban, aunque llegó el último, y por lo tanto, en desventaja, está acortando distancias. ¿Quién será el ganador?¿Habrá premios al final?¿Podré algún día vivir en esa casa? Sólo recordar un dato. Las aspirantes a Cheerleaders del programa que os comenté hace unos posts, y que deseaban poder cenar en esa casa, aún están esperando, y se quejan amargamente de que "No hacemos más que recibir largas", "Por una mirada de los Marx yo daría lo que fuera, por una mirada aunque sólo una fuera" o el célebre "A por ellos, oé".

Mañana hay importantes novedades, aunque es Halloween....

RLH Mortadelo y Filemón - La Gomeztroika. Francisco Ibáñez
RCH The green mile. 1999. La milla verde
RMH Vicente Fernández - Me Cansé de Rogarle (se la dedico a mi tocayo Juancho)

Besos y quién sabe que os encontraréis mañana si vivís en Pittsburgh... Por cierto, ya tenéis las fotos y el vídeo del partido, así que si queréis, enviad vuestras fotos al blog amigo de las ardillas, y de los castores malayos, aunque creo que es mejor, que las enviéis a mi blog.

1 comment:

Jil. LO said...

Juanjo que quede claro que el rey de la casa es el manu!!!!