Saturday, October 14, 2006

Como gato con melena

Hoy, en mi línea prehalloweeniana, voy a mostraros un documento inédito, de incalculable valor, que encontré revolviendo entre los cubos de basura de la CNN. Bueno encontré eso, un par de ceras Plastidecor azul y amarilla, y una foto de Chanquete. Pero lo importante de esto es que os relajéis y no es dejéis sugestionar, que ya se han dado tres casos de mareo y uno de fiebre amarilla, curiosamente como la cera Plastidecor. ¿Comprendéis lo que quiero decir? ¿Véis las extrañas y ocultas conexiones de todo? ¿GGGGGGGRRRRRR?

A continuación váis a descubrir los mayores casos de terror y posesiones diabólicas que conoce el ser humano. Alucinaciones, apariciones demenciales, visitas al Giant Eagle o al Carrefour un sábado tarde, todas y cada una de las situaciones que nos aterrorizan desde los albores de los tiempos, con testimonios gráficos.

Caso 1. El exorcista.
En contra de la creencia popular, el exorcista no es una película común, rodada en un estudio. No. La cinta fue robada del departamento de calidad de los champús de LIDEL, después de las primeras pruebas con el nuevo Champú frescor cereza "Te refresca toda la cabeza" aunque el eslogan podría haber sido, Champú LIDEL frescor cereza "Te deja hecho una mierd...", LIDEL naranja, es mejor quedarte calva, LIDEL pomelo, yo que tú me rapo al cero. Todo lo demás, mocos vómitos y demás porquerías, prefiero no deciros el departamento de calidad al que pertenecían. Huelga decir, que LIDEL es un nombre imaginario. Cualquier parecido con la realidad, es lo que hace que sepáis el supermercado al que me refiero, y no me puedan denunciar.



Caso 2. Poltergeist.
Otro caso de error de concepto es Poltergeist. Como podéis ver en la foto, se trata de un payaso afectado emocionalmente por sus relaciones amorosas y su adicción a los cómics, haciéndole ver en todo ser vivo a Ofelia, al profesor Bacterio y a una niña rubia repelente. Ésta última es la que protagoniza la historia, en la que un carpintero de Alaska, abandona todo y monta una tienda de relojes de cuco en Cuenca. Ante el éxito de ventas (de las postales de las casas colgadas) decidió hacer payasos diabólicos con la madera de los relojes de cuco. Dándoles vida al unirse a la secta de adoradores de la merluza que fundó el mismísimo Geppetto (el de verano azul). Su hijo Pinocho tuvo un hermano ilegítimo, fruto de las infidelidades de Gepetto, que era un poco puter... y al que hechó un mal de ojo. Como respuesta, el payaso le echó gasolina y le prendió fuego, tras decirle "A ti, lo único que te crece es la nariz". El resto de la historia, la ignoramos.

Caso 3-David Hasselhoff poseído por el espíritu de Lucifer.
Nuestro Mich Bucanan, amigo de los niños y líder de la secta de los Baywachanos, ha abandonado las leyes de la física, y abrazando las de Murphy, para demostrar que no hay nada que vaya tan mal, para que no pueda ir peor. Para embarcarse en esta aventura no ha optado por la vía clásica, como otros casos de posesión, donde se manifiestan fenómenos como la xenoglosia (que alguien hable lenguas que el mismo desconoce), de estigmatización, o de amor por los gnomos del bosque, o Victoria Plum. Ha optado por hablar al revés. Sé que estremece, pero es preciso enfrentarse a la realidad, e ir a comprar unos pistachos de vez en cuando que están muy ricos. Aquí tenéis el documento:



Caso 4. Carrera de Lacasitos o M&M´s o lentejas.
Caso estremecedor, que revuelve los sentimientos más profundos. ¿Pero qué oscuro fin puede llevar a unas lentejas con patas a echar una carrera en un estadio de béisbol? ¿Huyen de la olla? ¿Huyen del chorizo, tal vez? ¿Qué hace un loro en el medio? ¿El loro come lentejas?¿Será un loro vegetariano o carnívoro?¿Le gustará la paella?¿Y el fuet?
Estas y otras preguntas se ciernen sobre nosotros y nos atormentan. El objetivo de la carrera está muy claro. Defender la posición dominante adquirida a lo largo de la historia por las propias lentejas. O acaso molan más las judías blancas, habas o como las llaméis, o quizás las judías verdes, o los garbanzos. No nos engañemos. Lo que mola de verdad son las lentejas, con su choricito, su morcilla (aunque no os guste. A mi tampoco me gusta). Están calentitas y los efectos secundarios son eso, secundarios. Y esa posición, ese estatus social lo han conseguido con mucho esfuerzo y dedicación, tras años de estar en la sombra. Es por ello que admiro a las lentejas. Y por esto último es uno de los motivos por los que la gente duda de mi buena salud mental, pero ¿no es acaso de lo que hablamos hoy? ¿Del miedo irracional, de los mecanismos mentales? Pues no, hoy hablamos de lentejas. Y como dirían mis queridos y admirados hermanos Marx (los de verdad, no los de la casa del mojo) "Y también dos huevos duros".

Caso 5-El Fary disfrutando del sol.
Que no os dé vergüenza. Comprendo que no podáis mirar esta foto fijamente, ni siquiera por unos segundos. Se han dado casos de epilepsia, histeria, y subida de tensión. Incluso dolor de retina. Y a un señor le dió por cortarse el pelo, aunque suponemos porque se vería en la necesidad. Esta foto inicia la decadencia de la sociedad moderna, corrompida por el cloro de las piscinas, y por las chanclas, culpables de la falta de valores en la sociedad actual. Además, ¿qué libro estará leyendo el Fary? Si alguien lo sabe, por favor que me lo comunique. Y si puede que me mande una chuparquía o unos langostinos. Muchos mitos eróticos actuales están basados en esta foto. O si no, ¿de dónde créeis que se inspiraron en Instinto básico, Marylin Monroe o Dallas Cowboys Cheerleaders: Making the team? No me digáis que no es adorable, si tiene todos los complementos que el otro día echábamos de menos en Tom Jones y el Rey. Tiene el cubata!!!!


Sé que ha sido duro, pero si habéis llegado hasta aquí es que estáis vivos y habéis soportado las más macabras representaciones humanas. Así que gracias por sintonizar este Bat-canal a esta Bat-hora.

Y para ir diciendo hasta luego con la manita:
RLH La casa de Bernarda Alba. Federico García Lorca.
RCH Lost in translation 2004
RMH Bebe - Ska de la tierra

Besos a todos. Propicios días.

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