Monday, October 16, 2006

La bella del lago o El mundo por un blog. Tragicomedia interrumpida

De nuevo, sin comerlo ni beberlo, habíamos logrado salir de un Timenger. Pero un momento, ¿qué era esa cosa tan extraña que tenía el lechón en la espalda?

Las consecuencias de la ingesta masiva de Guiness, suelen ser olvidadas por el protagonista de las mismas, y fue lo que le pasó al lechón. No recordaba cómo le habían hecho el notable tatuaje que lucía en su espalda. Y mucho menos, cómo eligió las palabras que lucía en su jamón superior: XAMR SETRBOHR. ¿Qué era aquello?¿En qué idioma estaba? ¿Era un mensaje oculto?¿Era una gracia?¿Indicaciones para que los crepes le salieran bien? ¿El nombre del jugador sueco que tiene Guille en su cuarto?No lo sabíamos. De modo que optamos por la razonable alternativa de seguir nuestro camino.

Los ocres que teñían Schilley, se fundían con las brumas que traía el inminente otoño, y con el frío, dando lugar a sensaciones intensas que estimulaban los sentidos. Era como comer nata y chocolate mezcladas con trozos de plátano. Una combinación exquisita.

Piña dulce en mi boca,
nata besando la tuya
un poquito de canela
y seguro nos sube el azúcar.

El lechón y yo empezábamos a pensar que jamás encontraríamos al ya odiado Caballero Visual C++. Habíamos caído dos Timengers, y sólo teníamos dos pistas: el tatuaje del lechón y el consejo que nos había dado el maestro Yoda. Y también nos quedaban bastantes bellotas y unas galletas de Oatmeal del Giant Eagle. Gracias a Dios que no eran Value Time. Pero por más que pensábamos, no lográbamos descifrar los mensajes.

-Si es que hay que ser tonto. Ya que no dáis resuelto el enigma del tatuaje, os daremos la solución. Con XAMR SETRBOHR, teníais que formar MARX BROTHERS, pero como os veo con las luces justitas para iluminar una seta, aquí nos tenéis. Merluzos, que os mandan a la playa a por arena y no la encontráis!
-Y también dos huevos duros!
Y así, de esta manera tan brusca, fue como conocimos a los mismísimos hermanos Marx, Guille, Javi y Manu.










Nuestros ídolos estaban ante nosotros y nos ayudarían, el mundo era maravilloso, Salinas. Pero, ¿encontraríamos al caballero Matlab? Llevábamos tiempo preguntándonos cómo nos ayudaría una vez que lo encontrásemos, pero no teníamos la menor idea.

-La parte contratante de la primera parte será considerada...¿por qué hemos de pelearnos por una tontería como ésta?. Mejor la cortamos...-fueron las palabras de Guille.

A continuación vi algo que se grabaría en mi memoria como si la marcasen a fuego. Una lágrima se deslizaba por la mejilla del lechón, resbalando hasta caer al suelo, y con voz cansada nos dijo:
-Quiero irme a casa. Ya estoy harto de buscar algo por lo que no merece la pena perder el tiempo. Estoy harto del Dr Maligno, de la madre que lo p...
Fue en ese momento cuando Javi Harpo abrazó al lechón. No fue nada espectacular, ni siquiera nos dimos cuenta hasta que dejamos de oir el llanto de Patillabrava. Pero ese gesto amistoso y sincero hizo que se dibujara una leve sonrisa en nuestro amigo porcino. Sobraban las palabras, y eso precisamente fue lo que lo hizo un momento mágico.

-Esclavo, esclavo! Es que nadie atiende a los clientes en este bosque-exclamó Guille Groucho-está bien, lo haré yo mismo. Amigos, debemos llevaros hasta la gruta donde os espera desde hace años el poderoso Caballero Matlab, heredero de la estirpe de los Matlab, que ya existían cuando se fundó la República de Freedonia. Por cierto, lechoncillo elige una carta.
-Ya está.
-¿Qué carta has elegido?
-El siete de picas.
-Muy bien. Como iba diciendo, seguidnos y encontraréis aquello que buscáis. No, chicas no. Lo otro que buscáis-fueron las palabras de Guille.

Y los seguimos por el bosque, recorriendo los estrechos caminos que dibuja la tierra por entre los espesos matorrales y majestuosos árboles, y al cabo de un par de horas, alcanzamos la entrada de una gruta.

-A partir de aquí, debéis continuar vosotros, Juanjo y lechón. Nosotros debemos invitar a unas damas. Camarero, la cuenta! ¿$10? Esto es un atraco! Yo que usted no lo pagaría señorita!

Y sin estar demasiado convencidos de donde nos encontrábamos, nos desplazamos hasta la entrada de aquella pequeña gruta, cubierta de una capa de verde y de ramas. Estábamos a unos metros de enfrentarnos a nuestro destino. Y por fin entramos en la cueva.

Y termina la cuarta entrega de "Un lechón perdido en Pittsburgh". Hoy hemos celebrado una partida antológica de ping-pong, a doce sets entre Roberto y yo. Nada de maric..das de 3 o 5 sets. Lo malo es que no contamos los sets que ganó cada uno. Por supuesto estoy con agujetas, dolor de cansado, y síndrome de vago perenne. Pero son gajes del oficio. La próxima la haremos a 23 sets, para ir preparando el asalto al libro Guiness (nada que ver con las cervezas que se bajan los amigos irlandeses). A ver si mañana pongo las fotos de mi nuevo carro para ir al Giant Eagle más cómodo.

Sigo esperando vuestras recomendaciones de libros música o películas, aunque ya visteis en el post de ayer como me crece la barba y las canas de esperar.

RLH As aventuras de Breogán Folgueira. Darío Xohán Cabana. No sé si hay traducción. Es para niños, pero está muy bien.
RCH What women want. 2000 En qué piensan las mujeres
RMH Jon Secada - Otro Día Más Sin Verte

Besos y que lo paséis bien, y si es fuera de la CMU, mejor.

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