Sunday, September 24, 2006

Pongamos que hablo de...Washington

Por aquí, ya se ven, aquí están, las vacas locas, están tras las rocas, son más de mil.

Me ha encantado, es impresionante, pero además lo hemos pasado muy bien todos los que hemos ido. Gracias a Carlos, María, Oriol, Laura, Rubén, Guille, Sara, Javi, Manu y Roberto por hacer un viaje increible.

Empezamos por el motel, como podéis ver un super 8, como los de las películas, con gente sospechosa, asesinatos y otras atracciones. Pero al caso, estuvo muy bien, el motel es para dormir, y eso lo cumplió bien. Cabe destacar el desayuno, que consistía en zumo de manzana o naranja, a elegir, y en un café bifunción (no porque tenga dos ventajas en plan vitamina C y bífidus probiótico hipermetropía, sino porque valía indistintamente para café y como aceite para el coche). Completaba el desayuno un par de dulces, a no ser que se acabaran y te quedabas sin nada, haciendo bueno el dicho de a quién madruga, desayuna algo y no muere de inanición.

Library of Congress (La biblioteca del congreso).
Aquí estamos todos en la Biblioteca del congreso, donde se guardan ejemplares como la Biblia de Gütemberg.
Es curioso que cuando estamos en la ciudad probablemente más protegida del mundo, a Carlos se le ocurra llevar una camiseta con una diana en el pecho. Chico valiente.

Aquí pretendíamos ver de todo, incluida la constitución y la declaración de independencia, pero quitando el precioso edificio (sobre todo por dentro) y la biblia antes mencionada, pues na de na. Es decir, es la biblioteca con más fondos del mundo, pero estos están reservados a investigadores o personal autorizado.

A su lado está el Tribunal Supremo, pero estaba cerrado. Planeamos un asalto al edificio para verlo por dentro, pero una policía nos quitó la idea de la cabeza. Además pasó una ardilla por allí y me fui detrás de ella. Una de las miles de ardillas que habitan el DC.


Capitol (El capitolio).
Este edificio alberga la sede del congreso y el senado de los Estados Unidos. En el se encuentran diversas salas que contienen un alto grado de simbolismo, como todo en los EEUU. Para mí es importante destacar que en la "Rotunda", que es la sala de entrada al Capitolio, se encuentran diversas obras de arte, entre las cuales se haya una cuadro del descubrimiento de América, en el cuál Cris, Cristóbal Colón, el potro de Vallecas, realiza el desembarco en pateras de la época por el morro en la isla de El Salvador (actuales Bahamas). En dicha pintura, aparece una bandera del Reino de Castilla, que coincide con la bandera de la actual Castilla y León, y qué queréis que os diga, pues hace ilusión que una bandera de tu país esté en la principal sala de uno de los edificios más importantes del mundo.

Además el guía era un fenómeno, y le llamaba la atención todo el rato a un chino que se pasó la mañana haciéndose fotos en vez de estar con el grupo.

Es destacable la cantidad de policías y controles que tuvimos que pasar, ya que al final pareces un profesional cuando te pones en posición para que te cacheen, que parece que pasaste tres añosen Alcalá-Meco. En la foto podéis ver a Roberto antes de que soltara la farola y cayera al suelo.

George Washington Memorial (Alias "El obelisco")

Justo a los pies del capitolio, se extiende una gran avenida de hierba que llega hasta el obelisco erigido en memoria de George Washington, el cual tiene dos colores, ya que lo empezaron a hacer pero empezaron a comprar cromos del libro de la selva, a los cuales eran aficionados el General Washington y Thomas Jeferson, y como no daban terminado la colección, siguieron comprando cromos. Al final se quedaron sin terminar la colección, con un taco de cromos repetidos que alcanzaba la altura de dos pisos, y sin dinero. Cuando se dieron recuperado, ya no quedaba de la piedra que emplearon en la primera fase, con lo cual recurrieron a otra parecida pero de otro color, dando el toque de chaapuza que todo buen monumento necesita. Obsérvese el espontáneo que sale en la foto. Sí, sí, ese de camiseta naranja y abrigo beis (vale exquisitos, beige).


National air and space museum (Museo nacinal del aire y del espacio).
Este museo alberga ejemplares únicos, como el avión de los hermanos Wright, el Spirit of Saint Louis (primer avión que cruzó el Atlántico sin escalas, y que aparece a la izquierda de la foto) y elementos de la carrera especial, como sondas, trajes de astronauta, piezas del Apollo XI, donde supustamente Armstrong, Collins y Aldrin llegaron a la luna, bueno, Collins se quedó en la nave, la faena del siglo, imaginaos la escena:
-Mira Collins, que tú no vas a bajar.
-¿Qué no qué? Me cag....adre qu...rió cabr...es!

Impresionante. Posteriormente, visitamos la Casa Blanca, aunque en realidad la vimos desde la verja de fuera, y a las ardillas que paseaban por allí.

Pero eso y más en el siguiente episodio.
Recomendación literaria de hoy:
Grandes disgustos de la historia de España. Gomaespuma

Leed, besad, y disfrutad antes de que no tengáis con qué. Muchísimos besos.

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