Saturday, September 30, 2006

Pittsburgh es como una caja de bombones...del Giant Eagle

Ayer tuve una revelación. Como Carlos Jesús, Santa Teresa de Jesús o Jesús Gil. En realidad no fue una revelación, si no que Terry, un amigo de María que conocí ayer en su cumpleaños (FELICIDADES MARÍA!!!) me contó que aquí en Pittsburgh hablan un dialecto muy curioso y que la mayoría de la gente en el resto de los EEUU considera "raro". El origen de dicho dialecto proviene de los tiempos de los primeros emigrantes escoceses e irlandeses, que se establecieron en Western Pennsylvania, es decir por aquí cerca. Su forma característica de hablar el inglés, hizo que se constituyera un dialecto consolidado respecto al resto de los EEUU. Hablando de dialectos, y formas de hablar. Dicen que yo tengo un poco de acento gallego. No sé en que se basa la gente. Debe ser el clima de Pittsburgh que les afecta el oido. Cualquiera que me oiga, puede notar con perfecta claridad, con total seguridad, que mi origen es... gallego. Continuemos.

Posteriormente, con la llegada de la edad de oro de la ciudad con la industria acerera, que la convirtió en Steel City (la ciudad del acero), y del Tío Carnegie que se forró (tanto que poco antes de su definitivo abandono del noble acto de respirar, y de todo lo demás), se produjo una gran emigración de polacos, y alemanes. Éstos influenciaron bastante el dialecto, dándole el carácter único que hoy lo caracteriza.

Es importante decir que el dialecto es generalmente motivo de risas variadas, convirtiendo a Pittsburgh en una especie de Lepe dialectal. Para más información sobre el tema, os invito a que visitéis www.pittsburghese.com donde encontraréis vocabulario, traductor english-pittsburghese, y un domador de cocodrilos. Bueno, es posible que esto último no lo encontréis. Tenéis el link en la Sección Pittsburgh.

Ya que nadie me lo ha pedido, voy a contar la historia sobre el caballero Visual C++, y su fiel acompañante, el malvado advisor... quiero decir, el malvado Dr Maligno.

Un día de lluvia como otro cualquiera, me encontré con él. No era especialmente diferente, no llamaba la atención, era bastante normal. Pero hay días que cambian la vida. y aquél era uno de esos días.
Todo empezó meses atrás cuando paseaba por Valladolid. Mi Pucela. Yo iba mirando hacia los árboles del Campo grande, en busca del rastro de alguna ardilla. E inesperadamente entró en mi vida. Cruzó corriendo por delante de mi, golpeándome, y a partir de ese momento no nos pudimos volver a separar. Perplejo, permanecí conmocionado hasta que se acercó a mí:
-Perdona majo, es que no te había visto.
Cuál fue mi sorpresa cuando descubrí que el culpable de que estuviera en el suelo, y el que me hablaba era un lechón. Sí un lechón gordecho, o gordito que decís en castellano. Tras unos instantes de desconcierto, logré articular las primeras palabras:

-Eres... un lechón. No puedes estar hablando.
-Mira chaval, si hablo o no hablo es mi problema.
-Vale, vale, no quería ofender.
-Bueno, venga, lavántate y nos tomamos un helado.

Y nos fuimos conociendo y nos hicimos amigos. Meses después, me dijo que tenía un nombre. También dijo que se iba vivir a Estados Unidos. Es por eso que solicité la beca, y una vez me la concedieron, pude venirme con él a la aventura americana.

Un jueves empezó todo. Entrábamos en la CMU por primera vez, cuando un ser de extrañas facciones nos hizo señas desde la distancia. Intrigados, el lechón amigo de los niños y de las bellotas, y yo lo seguimos hasta donde se encontraba, pero de repente, exclamó:
-Bienvenidos al territorio de Schilley, donde el caballero Visual C++ es amo y señor.

Y se abrió un agujero en el suelo, y un huracán nos empujó más y más hacia el interior de la tierra. Segundos, minutos después fuimos a dar a un inmenso bosque, y el extraño ser se transformó en un humano, y con una voz cavernosa dijo:
-Mi nombre es el Dr. Maligno, y no podréis salir de este bosque hasta que mi amo y señor os lo conceda.
Sorprendido, no me había dado cuenta que él avanzaba violentamente hacia el Doctor Maligno, y casi a su lado empezó a gritar:
-Yo te pego leche, sinvergüenza, malandrín, bellaco!
Creyendo estar sufriendo un deja-vu (donde había oido yo eso de que te pego leche), logré parar al lechón, antes de que agrediera al Dr. Maligno.
-Os advierto de que disponéis de 7 meses para encontrar a mi amo y señor, de lo contrario, permaneceréis en este bosque para siempre. Sólo os pondré sobre aviso de lo siguiente: Evitad los Timengers, son lugares que os transportarán a otro tiempo y lugar, y retrasarán vuestro objetivo. Buena suerte.

-A que te meto, Dr Maligno de mierd...ven, ven aquí que te voy a andar con la cara!-fue la respuesta del lechón.

Y en ese instante desapareció el Dr. Maligno, dejándonos solos ante el reto de encontrar al Caballero Visual C++, sin ninguna ayuda. Qué ibamos a hacer, no conocíamos el bosque, ni sus caminos, ni sus animales, ni mucho menos los Timengers. Nos había abandonado solos a nuestra suerte. Fue entonces cuando le susurré, como diría el Capitán Alatriste, "No queda sino batirnos, amigo mío".

Y hasta aquí la primera parte de "Un lechón perdido en Pittsburgh".

RLH+RCH
Familia no hay más que una y el perro lo encontramos en la calle. Gomaespuma

Despertares (Awakenings) 1990. Robin Williams y Robert de Niro

Besos a distribuir entre quien los quiera.

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