Tuesday, November 14, 2006

Como un camello volando bajo

Un cuerpo cubierto por una capa se deslizaba por lo más espeso de la vegetación, avanzando hacia nosotros. Su cara, afilada, tenía las cicatrices que deja el odio del pueblo, un odio irracional y antiguo, el que te provoca lo que te obligan a hacer cuando tú no quieres. Era, ni más ni menos, que el caballero Visual C++.

Las facciones del los tres cambiaron rápidamente. El lechón parecía 10 años más viejo. Su cara sombría matizaba la clara tonalidad de su piel, de un rosado pálido como la leche. Mat Lab poseía una expresión desencajada, que acentuaba la mueca de terror en su rostro. Y mi figura... qué podríamos decir de ella que no se haya escrito ya. El asombroso parecido entre una gallina y la misma, hace ridícula la metáfora por improcedente. Estaba aterrado, sin poder mover un músculo, con los huev... quiero decir, que el pánico invadió mis sentidos. El final de nuestra aventura estaba cerca. El malvado, terrible, despiadado, vendedor de lechugas, malandrín, bellaco, abrazafarolas, Caballero Visual C++, estaba ante nosotros. Y en contra de lo que esperábamos, una voz de pito irrumpió en el silencioso bosque de Schilley.

-Hola, Patillabrava, y demás compañía. Veo que para ser un lechón, te estás quedando muy blanco, a ver si te vas a convertir en una oveja...
-La madre que te p...GRRRRRRR

Y el lechón se lanzó al ataque, como tantas otras veces, con el valor, el coraje, y la inconsciencia que lo caracterizaba (sin mencionar la estupidez). Mi reacción fue de intentar lanzar un ataque, pero mi intelecto es el que es, y sólo se me ocurrió lanzarla una ramita de castaño, que no llegó ni a dos metros del Caballero malvado. Además le dije a una lechuza que pasaba por allí que atacara también, pero se me quedó mirando, y tras unos segundos de reflexión me comentó:
-Mira chiquilín, yo no sé si eres así de tonto, o entrenas, o es que chupas candado.
-¿Cómo que si chupo candado? - pregunté extrañado.
-Los tontos para escaparse de la cárcel, chupan el candado para ver si lo gastan, y tú, colega, tienes toda la pinta.

Y allí me dejó con cara de merluzo. Pero el ataque que había empezado el lechón Patillabrava seguía su curso, y ambos habían sacado su sable láser y una bolsa de Sugus para comer en la batalla, sobre todo los de piña, que están muy ricos. La lucha era encarnizada, y las embestidas del Caballero Visual C++ poderosas a la par que temibles. Yo seguía idiotizado por lo que me dijo la lechuza, y porque es mi estado natural. Fue entonces cuando contra todo pronóstico, Mat Lab apareció de la mano del Dr Maligno, y juntos, se desplazaron hasta donde se encontraban los contendientes, y Dr. Maligno comenzó a hablar:
-Veo que a pesar de vuestra nula capacidad de razocinio, habéis conseguido dar con vuestro enemigo. Tras el paso del tiempo y salvando numerosos peligros, estáis aquí batiéndoos en lucha de igual a igual con el poderoso caballero que aterroriza todo el bosque. Sabed que sólo por ello, os habéis ganado mi respeto.
-¿De verdad? - quise saber.
-La verdad es que no, sólo lo decía por cortesía, pero lo que quiero decir es que no érais tan tontos como pensaba. Por lo menos el lechón, porque tú hijo, es para darte de comer a parte. Y aquí mi primo Mat Lab, se hizo pasar por lelo, y a pesar de ello lo acogisteis de buen grado. Lo cual os honra. Por ello, queda inaugurado el... ay, no, quería decir que me llena de orgullo y satisfacción... ay, no, que eso lo dice Juancar, el rey. En fin, que os libráis del Caballero Visual C++, a partir de aquí, y con ayuda de Mat Lab, podréis buscar la salida del bosque de Schilley con vuestra astucia, y sin peligros que os acechen. Partid raudos.

Y allí nos quedamos, yo con la babita colgando, perplejos ante el discurrir de los acontecimientos, aunque felices de librarnos por fin de tan molesto enemigo.

-Pero antes de partir, vamos a cantar una vieja tonadilla, aquella que dice: "Almost heaven, West Virginiaaaaaaa" todos juntos "Blue ridge mountains, Shenandoah riveeeeeeeeer".
Y con este panorama, un Tigretón medio derretido en el bolsillo y los Sugus que le sobraron al lechón de la batalla, nos fuimos el lechón, Mat Lab y yo agarrados de la mano y saltando en busca de la salida del bosque que a pesar de los peligros, sentíamos como nuestra casa.

FIN

Y aquí termina el capítulo sexto y último de "Un lechón perdido en Pittsburgh".

Me da pena terminar esta historia, pero nunca se sabe lo que puede pasar, la vida da muchas vueltas, quizá haya acontecimientos que...

Esto es Pittsburgh, en Radio Patillabrava, en directo los 365 días del año, excepto la semana que viene, que presuntamente desde el martes (aunque este extremo esté por confirmar) me iré de excursión con mis queridos y maravillosos Lisl y Patxo. Con Lisl ya son dos las hadas madrinas que tengo. Una es mi Anna Madrina (por lo bien que me trata, y por todo en general) y la otra es mi Hada MaLisl (que me consigue los contactos para desembrutecerme y tratar de hablar en la lengua de George Washington como se debe, y no como lo hago). La cuestión o excusa es la celebración de Thanksgiving, que aquí en los EEUU es muy importante.

Y para terminar,
RCH Poltergeist (clásico del cine de terror, aunque hoy la he visto y me quedé dormido)
RMH Shakira - Inevitable

Muchos besos. Siempre que sale el sol, sale por el este, para que nadie se lleve un susto. Porque imaginaos que al sol, un día se le da por salir por el oeste. Sería maravilloso.

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